EL PLANETA DE LOS SIMIOS rueda: El planeta de los timos

**O cómo asistí a la rueda de El planeta de los simios con Tim Burton y de lo que allí aconteció**

■ HOTEL ARTS, BARCELONA, AGOSTO 2001. Hubiera preferido que hubiera sido la rueda de prensa celebrada con motivo de Ed Wood o Mars Attacks! la que me diera ocasión de estar frente a frente con una leyenda viviente de Hollywood como es Tim Burton (sí, mi mitomanía es incorregible aunque tales leyendas sean un bluff), pero no, tuvo que ser la de El planeta de los simios, la peor peli de Burton de los últimos años (incluso más que Sleepy Hollow). Así y todo, el grueso de la población periodística cinematográfica insistió en venerarlo como a un dios. Nadie reunió el valor y la honestidad suficiente para levantarse y gritar: “¡Eh, Tim! ¡Tu película es una mierda...!”

Ahí estaban nada menos que Tim Burton, Mark Wahlberg, Tim Roth y el productor Richard Zanuck (hijo del mítico Daryl Zanuck). Tim Burton, con su despeinado habitual y cara de despistado, hablaba a la concurrencia con tono tranquilo y pausado, tomándose su tiempo, y emanando una paz interior y un zen que ni Eddie Murphy haciendo de gurú. Más preocupado de auto-alabar su personal estilo que su película, sobre El planeta de los simiosdeclaró que había querido dar un paso adelante en su particular mundo, recalcando la importancia que tienen en su cine la puesta en escena y los seres inadaptados (no hace falta que lo jure), y presumiendo de estar considerado él mismo como uno de los directores más raros de Hollywood (frase que repitió en más de una ocasión con total satisfacción).

"¿Te he dicho alguna vez que me pareces muy mona?"

También defendió el final de su película, atacado por un asistente que contra todo pronóstico rompió el pacto de idolatrización, y hablando ya de otras pelis confesó lo poco que le habían gustado las dos entregas de Batman firmadas por Joel Schumacher (que revise él su Batman vuelve y veremos si lo aguanta hasta el final), haciendo especial e irónica mención a los pezones del traje (recuerden que en ese momento Batman Begins no estaba ni siquiera en los testículos de Christopher Nolan).

Entretanto, Tim Roth, luciendo los tatuajes que dejaban entrever su camiseta bastorra, le interrumpía constantemente con chistes malos y comentarios fuera de lugar para acaparar la atención del evento. Ya desde el photocall, el botones de Four Rooms se había mostrado como un auténtico chulillo barato de lo más maleducado, posando con desdén y comportándose como si él fuera la única estrella, para interrumpir posteriormente con sus comentarios chorras a sus compañeros cuando éstos intentaban dar una respuesta con coherencia durante la rueda.

"Nadie reunió el valor y la honestidad suficiente para levantarse y gritar: ‘¡Eh, Tim! ¡Tu película es una mierda...!’"

A su lado, Mark Wahlberg se veía tan diferente como el Dr. Jekyll lo es de Mr. Hyde. Con carita de niño bueno con un polo negro de lo más pijeras, se reveló tan soso como en sus películas (incluso aún más, pues al menos en ellas pega algún que otro tiro…). Contestaba tímidamente entre silencios con unas respuestas tan aburridas como la trilogía de los colores de Kieslowsky (¿y éste es el chico de la calle tan publicitado como ex-delincuente juvenil?), despertando tan solo cuando, en plena intervención, sonó su móvil, contestó y habló un par de minutos con su interlocutor (su novia, dijo), dejando a la concurrencia con un palmo de narices.

Acto seguido relató lo más interesante que se oyó durante la sesión: la noche anterior estaba durmiendo cuando Tim Roth le sacó de la cama y le obligó a vestirse y a bajar con él al bar del hotel, donde estuvieron bebiendo hasta altas horas de la madrugada. Esa mañana su cara parecía la de un espíritu en pena (doy fe de ello) y apenas podía tenerse en pie debido a la resaca y a la falta de sueño, mientras que Roth saltaba y bromeaba con tanta vitalidad como si llegara de haber descansado un mes en el balneario de Battle Creek (lo que hacen tantos años de entreno, ¿eh, Tim?).

"¿Una rueda de prensa con Tim Roth? Te acompaño en el sentimiento..."

Tras una corta intervención de cortesía por parte de Richard Zanuck (calco físico de Richard Harris) en la que informó que en esos momentos estaba produciendo Camino a la perdición y El imperio del fuegofinalizó la rueda. Tim Burton se quedó conversando con una conocida protegido por los organizadores del acto; Tim Roth desapareció a paso rápido ignorando a los asistentes como la estrella que aparentaba ser; y Mark Walhberg, quien sí se mostró accesible, no tuvo reparo en firmar autógrafos y fotografiarse con la peña bajo la desinteresada mirada de Zanuk.

Lástima el que el Diario de Venusville no existiera en el 2001, si no los habríamos fichado a todos como venuspadrinos y ahora les podríamos mostrar unas espectaculares fotos de todos ellos sosteniendo un ejemplar del fanzine. A Mark Wahlberg le habríamos quitado el polo y se la habríamos hecho luciendo musculitos rememorando su gran carrera como anunciante de calzoncillos; a Tim Roth, por chulito, lo habríamos puesto a cuatro patas (que nadie piense mal) con el fanzine en la boca; y a Tim Burton se lo habríamos colocado en su despeinada cabeza a modo de sombrero de Napoleón.