AGENTE DOBLE crítica: En la sombra la bailarina tropezó

Clive Owen es un agente doble inglés en Belfast en una película que bien podría titularse '72

■ SAPO

El cine ambientado en Irlanda tiene un atractivo especial. Será por los paisajes verdes, será por la fuerte personalidad de su gente, siempre rebelde, o será por los cabellos pelirrojos. Pero como no siempre suena la flauta, irlandesa en este caso, también alberga películas decepcionantes como esta Agente doble de James Marsh. Suerte para el director que su siguiente proyecto La teoría del todo, ahora en las pantallas, lo ha rescatado de una caída pendiente abajo. Y es que esta historia, a pesar de una entrada con una buena tensión narrativa, pronto demuestra que carece de  fuerza y ritmo. En ningún momento acaba por captar el interés del espectador.

Para resumirlo rápidamente, la cosa va de una madre soltera terrorista del IRA que, tras ser detenida a raíz de un atentado frustrado, acepta colaborar con la policía para permanecer en libertad para seguir cuidando de su hijo. La condición que exige, le dan y ella se traga, es que su colaboración no implicará ninguna desgracia personal. Se suponía que los terroristas saben que los aparatos represivos no se andan con chiquitas pero algunos iban despistados en los 70: ¡como no existía internet!

"Debíamos haber intentado colar la peli como una secuela de ’71"

Lo único rescatable de la película es la recreación del ambiente de Belfast en los 70 con unos colores y texturas precisos. El resto hace aguas por todos lados. Nuestra agente doble, aún bajo sospecha, actúa con una tranquilidad pasmosa y se reúne con su contacto a la luz de taquígrafos. Dicho contacto, bajo una aurea de agente secreto de primera, no es más que pelele de la policía puesto para distraer al enemigo de las cosas importantes. Los malos, malísimos, del IRA que debieran velar por impenetrabilidad de la organización parecen almas caritativas que no se deciden nunca a eliminar a los elementos potencialmente infiltrados. Si la descripción de la película fuera realista, la lucha armada en Irlanda del Norte hubiera sido como un sainete.

"Lo único rescatable de la película es la recreación del ambiente de Belfast en los 70 con unos colores y texturas precisos. El resto hace aguas por todos lados"

Con estos mimbres argumentales no es de extrañar que los actores aporten interpretaciones discretas. La protagonista está correcta en familia pero cuando sale a la jungla de la acción armada resulta nulamente convincente. Del resto de la familia se salva la matriarca porque tampoco los hermanos dan la talla de la credibilidad. Del otro lado, los servicios secretos británicos tampoco salen bien parados. La necesidad de tener un segundo agente doble tan cercano al primero para confundir a la organización terrorista podría parecer brillante si no fuera porque simplemente era imposible que diera buen resultado.

"Espía tú que yo ya espié bastante con Julia Roberts en Duplicity"

Así, en todo este fregado patoso aparece Clive Owen como policía protagonista, cuya carrera declina definitivamente si ha aceptado un papel como éste. Siempre ha lucido una expresividad marmórea pero ha llegado a un extremo que le pesa en exceso. En cambio, Andrea Riseborough estaba en fase ascendente de su carrera cuando participó en este proyecto. Supongo que sirvió para que la enfocaran hacia otros papeles que le mejor le convenían ya que ha aparecido últimamente en la aclamada Birdman.

En este punto hay que elevar una enérgica protesta por la, parece, obligada inclusión en toda película de chico y chica de cierta tensión atractiva. En el caso de Agente doble se acepta que el policía intente proteger a su protegida para seguir obteniendo información y para salvar su culo frente a sus superiores. Pero de ahí a que empiece a desarrollar sentimientos hacia ella cuando sólo tienen contacto esporádico es altamente forzado. Además, que ella dude también de los suyos sólo puede significar abstinencia sexual desesperada. Pero el odio que supuestamente deberían profesarse por pertenecer a bandos tan enfrentados debería haber impedido ese beso furtivo sin sentido. La única conclusión de la película es que explica por qué llegaron a término los acuerdos de Viernes Santo entre el Sinn Fein y el Gobierno Británico para detener la violencia en el Ulster y abrir una puerta para un acuerdo de paz entre unionistas y nacionalistas. No había otra opción si el nivel de chapuza con que actuaban terroristas y policía en la película era real.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: los irredentos seguidores de la filmografía que describe el conflicto irlandés, más allá de la calidad de las películas.

No recomendada por Kuato a: los que gozaron con la película Infiltrados de Martin Scorsese porque podrían morir de aburrimiento.

Ego-Tour de luxe por: el explosivo final que al menos introduce un contrapunto de sorpresa en medio del tedio generalizado.

Atmósfera turbínea por: las dos ejecuciones interruptus contra traidores al IRA en las que el esforzado verdugo realiza la preparación de protección plástica del suelo y posterior recogida de cuerpo para nada. ¡Menudo chasco!

■ AGENTE DOBLE. Estreno en Venusville: 20/02/2015