SITGES 2017: THE LODGERS rueda: Fantasmas irlandeses

Brian O’Malley y Charlotte Vega clausuran Sitges con los fantasmitos irlandeses de The Lodgers

Y con la proyección del cuento gótico de fantasmasThe Lodgers a modo de clausura, llegamos al final de la 50 edición del Festival de Sitges, así que exclamen un “oh” tan largo como si los concursantes del “Un, dos, tres” hubieran perdido el apartamento en Torrevieja, Alicante... Pero antes aún queda la rueda de prensa con su director, Brian O’Malley, y su protagonista, Charlotte Vega, quien pese a haber nacido en Madrid de padres ingleses, ha vivido en Sitges desde que tenía diez meses de edad. O sea que está en casa, y eso cuando se presenta una película es como jugar en campo propio. Por cierto, Charlotte Vega en persona es guapísima, mucho más de lo que parece en series como El secreto de Puente Viejo, Refugiados o Velvet, que ya es mucho.

Y como The Lodgers va de fantasmas góticos, pues venga, vamos a hablar de fantasmas se ha dicho. ¿Qué tienen que ver los fantasmas con la Irlanda de después de la Primera Guerra Mundial? “Pues que es un momento histórico en el que se puede creer en fantasmas góticos, y que coincide con la Revolución Irlandesa. Dos años después de cuando sucede esta película, Irlanda se convirtió en República independiente del Reino Unido, por eso simboliza la libertad”, responde el director Brian O’Malley. O’Malley habla pausadamente con cierto acento irlandés, y con un discurso con más buenas intenciones que resultados, pues pese a decir cosas interesantes, resulta más soso que la sopa de ajo sin sal. Igualito, igualito que le sucede a The Lodgers.

"Soy soso porque en Irlanda no le ponemos azúcar al té"

Lo que se confirma cuando se le pregunta por el diseño de los fantasmas, un diseño muy ligado al agua porque es en ella donde aparecen. Nos cuenta que “al principio no sabemos si cuando la protagonista los ve en el agua son reales o no, pero a medida que avanza la película se van haciendo más tangibles, y su apariencia física es similar a la de los miembros de la familia”. Pues muy bien, como si nos hubiera respondido lo que ha desayunado esta mañana... Y hablando del agua como elemento fantasmagótico, ¿tiene alguna relación con The Ring? Ya saben, Samara saliendo del pozo y atravesando el televisor toda mojadita... “No intencionadamente”, nos responde, pues nunca tuvo The Ring en mente.

“El guión de The Lodgers me pareció tan delicado y elegante que quise que la película fuera bella”

Y seguimos hablando del agua, primero con Charlotte Vega, para que nos cuente cómo fue tener que rodar tantas escenas mojadita como la citada Samara. Gajes del oficio de hacer películas, nos cuenta, y aprovecha para pelotear un poco, que nunca viene mal: “cuando la gente te cuida y el equipo está pendiente de ti, no pasa nada, pasas un poco de frío y ya está. El equipo te ayuda para que eso sea una cosa pequeña y puedas hacer tu trabajo”. Luego con el director, para que nos cuente si fue complejo técnicamente, a lo que responde que no: “hoy en día es fácil porque tenemos la tecnología de las cámaras digitales. Lo que queríamos transmitir es la sensación de un paisaje extraño que no tiene identidad, y creo que lo conseguimos”.

"Para fantasma, Miguel Ángel Silvestre en Velvet"

Y seguimos hablando del cine de terror, diferenciando entre el cine de terror de sustos y el cine de terror de atmósfera, perteneciendo The Lodgers claramente al segundo grupo. ¿Una manera de ir a contracorriente de Hollywood, quizás? “Los sustos en las películas de miedo son fantásticos pero sólo funcionan una vez. Te asustan la primera vez que ves la película, pero la segunda ya no. El guión de The Lodgers me pareció tan delicado y elegante que no quise hacer ese tipo de terror, quería que la película fuera bella. Como público prefiero la tensión que incomoda, a los sustos que asustan”. Y nosotros Brian, y nosotros, que todos los grandes clásicos del terror como El exorcista, La semilla del diablo o La profecía, son pelis de tensión, no de sustos.

Y ya va a darse la rueda por concluida, cuando Shaked Berenson, productor que ha estado presente todo el tiempo sin abrir la boca, toma la palabra para preguntarle al director del Festival Ángel Sala, si la decisión de proyectar The Lodgers como clausura, siendo una película que habla de la liberación de la mujer, tiene que ver con el actual proceso de Independencia de Catalunya. Ángel Sala se queda a cuadros, pero tira de tablas y responde que “cualquier excusa para poner películas que defienden la posición de las mujeres en un mundo que resulta opresivo, nos parece un buen motivo en un momento en el que se cometen inexplicables abusos a mujeres de todas las razas”. Queda como un señor, el público aplaude, y ahora sí, se da por concluida la rueda de prensa que ha sido la última de esta edición del Festival. El año que viene más y mejor.