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PIRATAS DEL CARIBE: EN MAREAS MISTERIOSAS crítica: Jack Sparrow y la última Cruzada

   

Jack Sparrow y la última Cruzada

Jack Sparrow se muestra menos loquita que nunca en una entrega de Piratas del Caribe más sobria de lo habitual

Por Ray Zeta

 

<Para unos guionistas como Ted Elliott y Terry Rossio, poder escribir nuevas aventuras para un personaje como Jack Sparrow ha de ser poco menos como si el mismo Jack Sparrow hubiera conseguido erigirse en capitán de "El Holandés Errante” y se hubiera convertido en el último pirata como era su deseo: el paraíso y la felicidad plena. Y más aún pudiendo partir de cero, o casi, sin tener que arrastrar el lastre de todos los personajes introducidos y todas las subtramas abiertas en episodios anteriores, como ocurrió en la malograda En el fin del mundo. La consigna de este nuevo capítulo era clara: tomando como material de partida la novela de Tim Powers “En costas extrañas”, mandar a Jack Sparrow en busca de la Fuente de la Juventud, y sacar menos pasajes, menos personajes, y menos tramas, para facturar una entrega ágil, de menos metraje, y del todo entendible. Todo lo contrario, vaya, de la tercera parte citada.

   Con un par de condicionantes debidos a la crisis económica de la que ni Hollywood se ha salvado: la reducción de su presupuesto en un tercio de las producciones anteriores, la reducción también del número de efectos digitales, y una mayor parte del metraje acaeciendo en tierra y no en alta mar para abaratar costes de filmación. Lo que paradójicamente ha acabado jugando a favor de la película, pues gracias a estas imposiciones En mareas misteriosas se revela como una entrega piratesca caribeña más fácil de digerir, lejos de los empachos que causan las anteriores debido a su sobremetraje, a su exagerada martingala, y al exceso global, además de resultar las escenas rodadas en tierra mejores que las de alta mar.

 

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"No te alejes mucho, eres el único que me suena de la trilogía anterior"

 

   Porque toda la parte inicial de Londres es de largo lo mejorcito de la peli. Una buena muestra de acción y buen ritmo que incluye una presentación de Jack Sparrow como siempre antológica, un cara a cara con el mismo rey Jorge de Inglaterra, una secuencia de acción que rememora las dotes acrobáticas de Burt Lancaster en El temible burlón, y la presentación del personaje de Penélope Cruz. Una Penélope Cruz que le da mil vueltas como pirata a Keira Knightley. Asumido el peaje comercial de haber de tener el obligado personaje femenino florero, es cien veces más creíble por improbable que sea, la existencia de la hija de un capitán pirata criada entre bellacos y malandrines de la espada, que la de una señorita rica del siglo XVIII fina, educada y cultivada, que por la cara se convierte en pirata primero y en reina de los piratas después. Y a eso ayuda la interpretación de Penélope desplegando el carácter y el genio latino que tanto gusta a los americanos.

   Un primer tercio de metraje pues soberbio, seguido de un impás más que correcto en alta mar en el que se nos presentan a los otros dos grandes nuevos personajes de la peli, el capitán Barbanegra, sobriamente interpretado por Ian McShane, y la sirena, representada por la actriz catalana Astrid Berges-Frisbey (también sale Oscar Jaenada como enviado del rey de España reforzando la participación catalano-española, pero su presencia es puramente testimonial). Dos personajes con resultados diferentes en cuanto a construcción, pues si a la sirena se le aplica la subtrama amorosa de turno conducida más que dignamente, Barbanegra se queda a medio camino de lo que promete su presentación al no profundizar ni en sus dotes telequinéticas, ni en su relación con los demás personajes, revelándose tan plano como un ninote de tira cómica (tampoco era cuestión de hacerlo tan complejo como Davy Jones, pero se hubiera agradecido que hubiera tenido más escenas de lucimiento).

 

  "Jack Sparrow se muestra menos Jack Sparrow que de lo habitual; menos amanerado, menos afeminado... menos gay, en definitiva"  

 

   Es en el tercio posterior de metraje donde En mareas misteriosas pierde incomprensiblemente gas. Como si Elliot y Rossio hubieran llegado a la isla de la Fuente de la Juventud agotados y allí se hubieran quedado sin ideas. Los terceros actos de los episodios anteriores con sus combates navales finales acostumbran a ser espectaculares, en cambio en esta entrega la acción brilla por su ausencia y se repiten errores cometidos ya anteriormente, como bajadas de ritmo, idas y venidas sin ton ni son y resoluciones ridículas (como la de utilizar un cocotero como catapulta a modo de fuga), hasta llegar a trompicones a un clímax de lo más soso, previsible y falto de originalidad, minicombate final incluido (esta vez terrestre), que recuerda demasiado al de Indiana Jones y la última Cruzada (solo faltaba que apareciera por allí el conquistador Ponce de León mantenido con vida por la fuente...).

   Porque este nuevo episodio de Piratas del Caribe es el menos piratero de la saga hasta el momento, con un Jack Sparrow protagonista de una aventura más propia de Indiana Jones, amén de mostrarse menos Jack Sparrow que nunca. Menos amanerado, menos afeminado, menos gay, en definitiva, y menos explotado como personaje cómico. Olvídense pues del Jack Sparrow amigo de los niños protagonista de “La hora de Jack Sparrow” como el prólogo en la isla de los caníbales de El cofre del hombre muerto, este Jack Sparrow se muestra más sobrio y más comedido (y también más gordo y más rubio), y celebra su recién estrenada condición de macho sintiéndose irremediablemente atraído por el personaje de Penélope Cruz, lejos de la loquita que ponía pies en polvorosa cada vez que Keira Knightley se le acercaba.

  Es lo que tiene continuar sagas con responsables nuevos como el director (en este caso Rob Marshall substituyendo a Gore Verbinski, mucho menos dotado para la dirección que su antecesor), con intención de impulsar la franquicia en nuevas direcciones. Por eso se agradecen enormemente detalles reconocibles como la presencia del capitán Barbossa (impagable Geoffrey Rush, como siempre) ahora reciclado a corsario con pata de palo, y la del Sr. Gibbs, aunque tengan menos papel, y el cameo de Keith Richards nuevamente como padre de Jack, así como que vuelva a salir la brújula mágica, y la "Perla Negra", mono incluido, aunque sea en forma de miniatura. Ya puestos podrían haber sacado también a la pareja de piratas sosias del Gordo y el Flaco con ojo de cristal, y al perro guardián de las llaves, y haber exclamado alguna vez la frase de las tortugas marinas…

 

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"Si quieres casarte con mi hija deberás probar que no hubo nada entre Will Turner y tú"

 

   Episodio piratero caribeño pues con menos personajes y también con menos elementos fantásticos. Así como hasta ahora había en cada capítulo elementos fantásticos para dar y vender que englobaban maldiciones, zombies, hombres pez, magia negra, diosas del mar y monstruos marinos, En mareas misteriosas es mucho más pobre al respecto teniendo menos elementos fantásticos y menos explotados. La Fuente de la Juventud funciona como mero macguffin, pues sólo sale al final casi de manera testimonial (puestos a copiar La última Cruzada, podrían haberse inventado algún peligro para llegar a ella); los poderes telequinéticos de Barbanegra salen una sola vez y basta; y el contramaestre zombie vidente, aún me estoy preguntando qué coño pinta (canta tanto como el siervo zombie de Eddie Murphy en Un vampiro suelto en Brooklyn). Mejor conseguidos están los momentos del vudú por simpáticos (no se pierdan la escena tras los créditos finales), y la inclusión de la idea de mostrar una Perla Negra encantada en miniatura por imaginativa, y las sirenas, auténtico descubrimiento de la película pese a ser mostradas con más romanticismo que magia.

   Una cuarta entrega que marca un regreso de Piratas del Caribe pues del todo irregular. Más simple, más sencilla, y más austera, pero que podría haber funcionado a las mil maravillas si se hubiera suplido la falta de medios con imaginación como en las buenas películas de serie B. Pero Piratas del Caribe no es una película de serie B, y por eso si se le quitan los medios se descubre como lo que siempre ha sido: películas justitas disimuladas por un envoltorio lujoso y ruidoso construido a base de excesos. Esperemos entonces que Jerry Bruckheimer dedique más presupuesto al quinto y sexto episodio que Rob Marshall va a rodar a la vez, ya que si nos tiene que seguir engañando, para que lo haga al menos con elegancia. Porque Jack Sparrow, perdón, el capitán Jack Sparrow ha vuelto, al menos para una trilogía más./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Dos Caras Harvey
     
     
  Recomendada por Kuato a: los que siempre quisieron ver una entrega de PdC apta para ser proyectada en sesiones de geriátrico para no acabar mareado, agotado y con la cabeza como un bombo.
     
  No recomendada por Kuato a: los que crean que todo episodio de PdC ha de durar 150 minutos como mínimo, tener al menos tres maldiciones, tres o cuatro monstruos marinos, y un clímax final con un combate naval con más fuegos artificiales que el año nuevo chino.
     
  Ego-Tour de luxe por: Penélope Cruz. Y es que después de habernos tragado durante tres películas a Keira Knightley como improbable pirata, y ahora la ridícula interpretación de Pilar Rubio en la serie televisiva Piratas como mujer ídem, me esperaba lo peor.
     
 

Atmósfera turbínea por: ¿dónde está ese Jack Sparrow que corre como una loquita, gesticula como un nenaza, y despliega un recital de muecas que ni Carmen de Mairena?

 

 

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3 Respuestas

  1. Anónimo
    Charo<br />Yo me he duvertido mucho, me he reido y mhe lo he pasado muy bien. No he visto las otras pero esra esta de madre buenisima
  2. Anónimo
    Eva 82<br />Es verdad en esta pelicula Johnny Deepp como capitán Jack Sporrow no sale tan gracioso. A mi me gustaba mas en las anteriores.
  3. Anónimo
    MEROVINGIO<br />Estoy de acuerdo contigo, empieza bien pero luego todo es muy soso y falto de imaginación. Estás esperando que llegue la parte final para ver si se anima y nada, una copia de la Indiana Jones 3 pero mucho más light, y como dices muy previsible. Si tiene éxito es por las fama de las peliculas anteriores, no por sus meritos.

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