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NOÉ crítica: ¡Noeeeee, oeee, oeee, oeeeee!

   

¡Noeeeee, oeee, oeee, oeeeee!

Russell Crowe y Jennifer Connelly se embarcan en
el primer crucero de la Historia apto para mascotas

Por Robert Thornhill

 

<Este año la temática religiosa está de moda en Hollywood; primero ha sido Hijo de Dios, basada en la exitosa  mini serie de TV La Biblia, ahora le toca el turno a esta versión exótica del arca de Noé de Darren Aronofsky, y a finales del año nos llegará de la mano de Ridley Scott una nueva biografía de Moisés con Exodus. De las tres, la más políticamente incorrecta será este Noé, porque si ya con La fuente de la vida y Pi, fe en el caos, Aronofsky demostró su interés por los textos bíblicos y su capacidad para montar historias alrededor de episodios sagrados, aquí se deja ir totalmente y da rienda suelta a su imaginación, relatándonos la biografía del constructor del arca más grande de la Historia con más matices que la sosa referencia que se hace de él en el Antiguo Testamento, donde este personaje apenas tiene presencia. Para los puristas religiosos y en defensa del autoproclamado ateo Darren Aronofsky, hay que decir que lo único que se ha hecho en Noé ha sido rellenar fantasiosamente todos los vacíos que nos dejan los escasos párrafos en que se habla en el Génesis sobre la gran masacre que supuso el Diluvio Universal, añadiendo y quitando personajes a su antojo haciendo uso de legítimas licencias de autor.

   Dejando a un lado los conflictos interpretativos presentes en cualquier obra que se intente adaptar al cine, Noé no deja de ser una película de catástrofes naturales como podía ser El día de mañana pero con connotaciones religiosas de fondo, porque el causante del magnicidio es el mismo Creador. La primera parte de la película hasta que se produce el diluvio limpiador de almas pecadoras es, desde un punto de vista cinematográfico, impecable, y conociendo la trayectoria del barroco y extravagante Aronofsky, a uno le queda la duda de que el autor de ese espectáculo visual y de acción sea el mismo que el que dirigió Cisne negro o Réquiem por un sueño. Se nos explica el origen de un héroe de carne y hueso avalado por un Creador que ve en él la representación del Bien, el respeto a la naturaleza y de la justicia, enfrentado por otro lado a un villano que hace las veces de su némesis, símbolo de la maldad y desdén a los animales, que con su legión de esbirros pecadores intentan imponer la oscuridad en la Tierra.

 

"Al oír `diluvio` creí que se trataba del musical de José Luis Moreno `El diluvio que viene`"

 

   Para ayudar al solitario Noé, Darren Aronofsky y su habitual colaborador Ari Handel se sacan de la manga a unos seres mitológicos llamados Vigilantes. Unas criaturas de piedra con seis brazos y de 12 metros de alto, cuya apariencia está a caballo entre los ents de El señor de los anillos y los Transformers de Michael Bay, y a los que les ponen la voz gravosa en la versión original los mismísimos Nick Nolte y Frank Langella. Es el mejor elemento fantástico de la peli y dan vida a la gran batalla que se libra por acceder al arca por parte de una horda de pecadores, con un Noé ejerciendo de legionario de Dios repartiendo leña como si fuera Aragorn luchando contra los orcos. Tampoco le va a la zaga en cuanto a originalidad la peculiar forma de presentarnos a otro personaje legendario de la Biblia como es Matusalén, en la piel de un viejuno Anthony Hopkins a lo Odín de Thor, como un cachondo hechicero con demencia senil que va buscando bayas cual Gollum buscando su anillo.

 

  "Una primera parte película cinematográficamente impecable, y una segunda mitad donde el culebrón se apodera de la trama"  

 

   Esta primera parte culminada por el Diluvio Universal, que se recrea en el ahogamiento de los humanos que sufren la ira de Dios y está bien hecho aunque sin mérito por haber sido realizado todo por ordenador, da pie a una segunda mitad donde el culebrón se apodera de la trama, en la que las traiciones telenovelescas, las intrigas familiares y un Noé cada vez más enajenado, hacen que las conversaciones vacuas sobre el amor, la fe ciega en los designios de Dios, y la búsqueda de la integridad familiar, acaben resultando cansinas con un desenlace decepcionante y demasiado sentimentaloide para un siempre arriesgado Aronofsky.

 

"No estés triste cariñín, Gerard Depardieu haciendo de Colón en 1492 estaba más gordo que tú"

 

   El alma mater de Noé es un panzudo y leñador Rusell Crowe, a quien este rol heroico se le adapta mucho mejor que el que interpretó en Robin Hood, en el que puso el piloto automático sin lograr que olvidáramos a Kevin Costner. Si en un primer momento, Crowe ejerce de padre de familia concienciado de que ha sido el elegido por Dios para salvar la humanidad, una vez en el arca el personaje se convierte en el arquetípico ser humano complejo, obsesivo y traumatizado que tanto le gustan a Aronofsky. Si en Cisne Negro Natalie Portman era una obsesa perfeccionista del ballet, y en Pi, fe en el caos Sean Gullette era un maniaco de los números que se obsesionaba en calcular el sentido de la vida como un problema matemático, el devoto Noé se vuelve un personaje solitario e irascible, que pierde poco a poco la cabeza (incluso sus pelos de punta se adaptan a este nuevo estado enajenado) por el peso de la responsabilidad que tiene de cumplir el mandato de Dios, aunque lamentablemente esta vez el director no lo lleva al límite como en anteriores ocasiones, y el final del personaje resulta demasiado complaciente para el currículum atrevido de Aronofsky.

   Al final este Noé, aunque se trate de una apuesta muy osada al proponernos a un personaje bíblico como el primer superhéroe medioambiental de la antigüedad, y aunque tenga un comienzo muy moderno e interesante, el sello inconfundible que el director quiere imprimir a todas sus películas hace perder el interés en la segunda mitad dando la impresión de que ha querido quedar bien con el establishment. Preferimos los finales en que el protagonista se taladra la cabeza./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Dos Caras Harvey
     
     
  Recomendada por Kuato a: los que prefieren ver Jesucristo Superstar o La última tentación de Cristo a ver la rigurosa y dramática La Pasión de Cristo de Mel Gibson. La imaginación al poder.
     
 

No recomendada por Kuato a: los que vayan a misa semanalmente y que tengan conceptos muy precisos sobre los personajes bíblicos. Tendrán un colapso mental al ver a Matusalén así.

     
 

Ego-Tour de luxe por: ese predictor que se inventa Jennifer Connelly para ver si Emma Watson está embarazada. ¡Ya sabemos quiénes fueron los antepasados de McGyver!.

     
  Atmósfera turbínea por: cómo han desaprovechado el poner a una parejita de animalitos de cada especie en el interior del arca. No se ve ni un mísero elefante, ni una mísera jirafa, ¡…y mira que los hacen digitalmente!.

 

 

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> NOÉ artículo: Arcas, animales y "Vigilantes"

Arcas reales, animales digitales, y Vigilantes
de piedra cuales Transformers prehistóricos

De Paramount Pictures


   

> NOÉ premiere: La premiere del diluvio"

Con Crowe más esbelto (se acabó el zamparse
animales en el arca) y Connelly igual de bien

Ziegfeld Theatre, Nueva York, 26.03.14


 

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