Categorías

NEED FOR SPEED crítica: Ni rápidos, ni furiosos

   

Ni rápidos, ni furiosos

Aaron Paul toma el relevo de Vin Diesel en una
peli motorizada más propia de autos de choque

Por Ray Zeta

 

<¿Qué se creían? ¿Que Vin Diesel, Paul Walker, Rayo McQueen y Turbo, son los únicos ases del volante? No, no me refiero a Tom Cruise, Sylvester Stallone o Jason Statham, que también dieron buena muestra de su pericia automovilística en Días de trueno, Driven o Death race y los Transporter respectivamente. Me refiero a Aaron Paul, el Jesse Pinkman de Breaking Bad, que se ha cansado del mundo de la droga y los autos de choque de feria, y diríase que aprovechando el trágico vacío dejado por Paul Walker en la saga Fast & Furious, se ha subido al carro (nunca mejor dicho) del motor para adaptar como protagonista la serie de videojuegos “Need for Speed”. Lástima que Vin Diesel y Paul Walker se lo zampen con patatas, tanto en carisma (hacía tiempo que no veía un protagonista tan soso) como en conducción, porque tanto uno como otro serían capaces de ganarle conduciendo un patinete sin motor.

   Porque... ¿este Need for Speed es una adaptación de la citada serie de videojuegos, o una libre versión de la mencionada Fast & Furious? Y es que parece que más que la serie de videojuegos, haya sido esta exitosa franquicia la fuente de inspiración y el modelo a seguir. La diferencia es que mientras que la saga de A todo a gas es fresca, carismática y molona (sí, ya ven que soy un fan incondicional suyo), este Need for Speed es una colección de clichés tan vistos como un final feliz, puestos de manera forzada sin ninguna gracia. Grupo de amiguetes fanáticos de la conducción que poseen un taller y se dedican a las carreras ilegales de coches tuneados en sus ratos libres, pique con el villano de turno, y carrera final en el que se ven las caras los dos antagonistas (no les revelaré cómo acaba la carrera, que luego me acusan de spoileador, pero sí les avanzaré que ambos quedan mano a mano en la lucha por cruzar primero la meta).

 

"No insistas con que yo no soy Vin Diesel porque tú tampoco tienes nada de Dwayne Johnson"

 

   Un guión previsible, ya lo ven, a más no poder, en el que se nos intenta colar todos los topicazos habidos y por haber, repito, con menos gracia que un chiste del Oso Fozzie. Empezando por la presentación del villano, un ex de la banda más chulito que un ocho (qué innovador) con un lío de faldas de por medio en el pasado que aún arrastra resentimientos (aún más innovador); continuando con la presentación de la chica (una chica por cierto bien normalita y también bien sosa, cuando en los ambientes automovilísticos estamos acostumbrados a ver siempre tías buenas), con un diálogo tan recitado como una tabla de multiplicar; y siguiendo con el detonante que provocará el conflicto, tan previsible como si el personaje causante de ello a su pesar llevara un letrero luminoso de neón en la frente anunciándolo. ¿Saben cuando en una peli de guerra, es fácil adivinar qué secundarios están puestos para que palmen? Pues aquí tres cuartos de lo mismo.

 

  "Unas secuencias de acción automovilísticas, que ni son espectaculares, ni aportan nada nuevo al género, ni nada muestran que no hayamos visto mil veces y mejor en las F&F"  

 

   Y todo para lucir unas secuencias de acción automovilísticas, que ni son espectaculares, ni aportan nada nuevo al género (bueno sí, sólo una, la que incluye un avión a modo de remolcador aéreo), ni nada muestran que no hayamos visto mil veces y mejor en las F&F o los títulos primos hermanos mencionados en el primer párrafo. Secuencias automovilísticas que encima tardan en llegar, pues para la esperada carrera final que conforma el clímax, los protagonistas deben ir de Nueva York a California (en coche, claro), enlenteciendo y retardando la acción con escenas de relleno puramente gratuitas que no llevan a ninguna parte, como el despelote de uno de la banda como si de un anuncio de colonia masculina se tratara, el inútil repostaje en marcha (luego bien que paran en una gasolinera) o la tonta persecución con el poli en dicha gasolinera (¿hacía falta? No, desde luego que no).

 

"Ahora entiendo por qué dicen que Cars y Turbo es cine fantástico"

 

   Y en cuanto a la carrera final les diré una sola cosa: es más divertido ver cómo la retransmite Michael Keaton desde una emisora ilegal audiovisual, que la carrera en sí. Michael Keaton interpreta aquí a un personaje apodado el “Monarca”, que representa que es un millonetis que organiza la carrera de coches ilegal más prestigiosa del país. Se supone que es una carrera que está super perseguida por la policía, pero sin embargo él la retransmite impunemente dando rienda suelta a sus tics de Bitelchús, como retransmitían en The Warriors (Los amos de la noche) el largo regreso a casa de la banda protagonista. La verdad es que es un bomboncito de personaje, ya que aparece en todas las escenas en solitario con solo el micro de compañero, y sin que aparentemente haya detrás un trabajo muy exhaustivo de preparación. Ni embutido en el traje de Batman del díptico de Tim Burton parece que Keaton se haya divertido tanto, lo que va bien para hacer más llevadera la parte final de la peli.

   Porque Need For Speed se resiente de una duración a todas luces desorbitada (135 minutos) ya que se intenta disimular las carencias de la película a base de metraje. Se trata de una obra de serie B clara, actores de segunda categoría en una action movie con vocación de programa de relleno, pero se intenta colar como si fuera el título cabeza de cartel. Si sus responsables hubieran apostado por la síntesis, presentando a los personajes, metiéndoles en harina con las secuencias justas de acción, y dando cerrojazo a la historia en una hora y media, tampoco pediríamos la panacea de la originalidad y ahora estaríamos hablando de un pasatiempo correcto y hasta simpático. Pero en lugar de eso nos enchufan un tocho de dos horas y cuarto alargado con escenas innecesarias, que ni son espectaculares ni justifican el delito, y por ello dejan en el espectador una terrible sensación de pesadez, como sé que dejaré yo por recordar y citar una vez más la saga Fast & Furious./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Congelada en carbonita
     
     
 

Recomendada por Kuato a: quien le gustó Combustión, otra mala copia de Fast & Furious, en este caso a la española.

     
 

No recomendada por Kuato a: fans de la serie animada Los Autos Locos. Si agudizan la vista reconocerán el Súper Ferrari de Pierre Nodoyuna entre los participantes.

     
  Ego-Tour de luxe por: la escena del avión remolcador aéreo. No es precisamente una escena Bond, pero es la única que aporta algo innovador y espectacular al género de la acción automovilística.
     
 

Atmósfera turbínea por: quien diga que Aaron Paul podría ser el substituto de Paul Walker en las futuras F&F. ¡Fuera de esta web!

 

 

¿Desea saber más?


   

> NEED FOR SPEED ficha

> NEED FOR SPEED imágenes

> NEED FOR SPEED tráiler


   

> NEED FOR SPEED crítica: Ni rápidos, ni furiosos

Aaron Paul toma el relevo de Vin Diesel en una
peli motorizada más propia de autos de choque

Por Ray Zeta


   

> NEED FOR SPEED artículo: Pisando a fondo

Del videojuego a la pantalla, pasando por los
autos más molones desde el Coche Fantástico

De DeAPlaneta


   

> NEED... premiere: Premiere a toda velocidad

Con Michael Keaton ejerciendo de rey
tuerto ante su súbdito ciego Aaron Paul

Chinese Theatre, Hollywood, 06.03.14


 

> NEED FOR SPEED sumario

 

Facebooktwittermail

No hay comentarios

Agregar comentario